CARBÓN DE COQUE
El coque es un combustible obtenido de la destilación de la hulla calentada a temperaturas muy altas en hornos cerrados y a la cual añaden calcita para mejorar su combustión, que la aíslan del aire, y que sólo contiene una pequeña fracción de las materias volátiles que forman parte de la misma. Es producto de la descomposición térmica de carbones bituminosos en ausencia de aire. Cuando la hulla se calienta desprende gases que son muy útiles industrialmente; el sólido resultante es el carbón de coque, que es liviano y poroso.
Durante la revolución industrial sustituyó al carbón vegetal como reductor y fuente de energía en los altos hornos, facilitando el desarrollo de la industria siderúrgica, que dependía hasta entonces de un recurso muy limitado como es la leña. Su empleo se popularizó para la calefacción de hogares, pues su combustión no produce humo y es menos contaminante. El carbón de coque es un combustible muy importante para la fabricación del hierro y del acero.
El coque es producido en una instalación llamada batería de coque, constituida por una serie de hornos en batería. El proceso de transformación de la hulla en coque, conocido como coquizado, consiste en su horneado durante un tiempo de entre 10 y 24 horas, dependiendo del tamaño del horno. Durante el coquizado se desprenden una serie de gases y líquidos de gran utilidad industrial, hecho por el que muchas plantas procesadoras de coque se centran más en los subproductos que en el propio coque, vendiendo éste a precio de costo.
Para la introducción del carbón en el horno, se utilizan carros de carga, cuya función consiste en transportar el carbón desde las torres de carga, abrir las tapas del horno e introducirlo en él. Durante la carga de un horno otra máquina, la deshornadora, se encarga de alisar o allanar el carbón que se va introduciendo en él, evitando la formación de grandes taludes en su interior. La deshornadora, como su nombre indica, sirve también para extraer el coque del horno, empujando todo el contenido sobre una máquina locomotora, encargada de recoger y desplazar el coque producido. Todo este proceso conlleva un alto riesgo, ya que se pueden producir sobrepresiones o depresiones en el interior de los hornos, por lo que el control de la temperatura, de la presión y de los gases es un factor fundamental en estas instalaciones.
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